domingo, 23 de febrero de 2014

El lado oscuro de la fuerza

Justo acababa de terminar de escribir la entrada que iba a ser para hoy y tras dar unas vueltas por Internet, oh sorpresa o dolor, me encuentro con que los manifestantes de Kiev han "ganado" su guerra. Ayer por la mañana, el presidente huyó de la ciudad y no había ni un solo policía. De esta manera, regaló la ciudad a los manifestantes, la gente pudo pasearse por el parlamento como si fuera su casa y los niños volvieron a salir a la calle tras una semana donde se han cobrado 86 muertos en una sola plaza.

Yo, por supuesto, como la mayoría, no tengo forma de conseguir información fiable de ningún lado, pero si queréis información en español al pie de la plaza, he encontrado esta paginilla donde os podéis enterar mejor de lo que ha pasado en los últimos días en Ucrania, que me parece bastante interesante:

http://www.principiamarsupia.com/2014/02/21/claves-para-comprender-lo-que-ha-ocurrido-en-ucrania/

Parlamento tomado por los manifestantes

Quién sabe que pasará ahora allí...

Estas cosas me enfadan, ¿sabeis? Porque a mi, tanto mis padres como en el colegio, me educaron con unas palabras que tengo grabadas en la cabeza: "con la violencia no se consigue nada". Y la verdad es que me entristece, porque me gustaría mucho que fuese verdad. Hasta hace nada consideraba que con las guerras no se conseguía nada bueno, y uno ya no sabe qué pensar...



No hace falta irse tan lejos para comprobar como hoy en día la única forma del ciudadano medio para conseguir cierto tipo de cosas es con la violencia. Regresemos a aquel domingo de Mayo del 2011, en el que comenzó todo, y a las semanas posteriores. Esos días surgió un movimiento enorme de gente dispuesta a cambiar las cosas y que dio lugar a muchas plataformas y asociaciones ciudadanas y solidarias. Pero sin una sola repercusión real en la política del pais, 0 cambios.



De aquí paso directamente a hace poco más de un mes, ya en el 2014. A las manifestaciones del barrio burgalés de Gamonal, que se podrían calificar de "violentas". Aunque desde luego que no llegaron al punto de los últimos días en Ucrania, tampoco tenían nada que ver con las pacíficas manifestaciones del 15M. Esto fue lo que realmente apenó mi corazoncito. Que no demasiada gente, ya que no contaba con un apoyo popular, ya solo en Burgos, tan grande como con el que hubo el movimiento del 15M, lograse un cambio en tan solo 7 días. Solamente porque hubo violencia de por medio, tampoco desmedida, pero existía.


Porque todos sabemos que si hubiese sido una manifestación pacífica no hubiese pasado NADA.

No quiero decir con esto que me fastidie que se consigan cambios sociales, pero realmente me duele que sean posibles solo a través de la violencia. O al menos eso es lo que llega a mis ojos... Que los cambios sociales se cobran en vidas y daños materiales.

Y eso os cuento... Ahora podríais intentar animarme contándome la de cambios que ha habido pacíficamente en la última década, o intentar llevarme al lado oscuro de la fuerza. El cual, gracias a nuestros queridos políticos, va a acabar atrayendo a más y más gente hasta que, quien sabe... Quizás en unos años la Puerta del Sol sea la nueva plaza de la Independencia de Kiev.


HALCÓN CURIOSO

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