miércoles, 30 de octubre de 2013

Mi pequeño regalo

Yo veo siempre este blanco espacio que me dejan para escribir, como un pequeñísimo regalo que tengo la posibilidad de haceros, y como tal, pongo todo mi Amor en él.

Amor dice...

¡Pues sí, Amor digo, y lo digo bien alto para que el que no se haya enterado se entere de una vez!

Y como todo en lo que pongo mi Amor, creo que es algo especial, algo a lo que dedico un tiempo que ya nunca me será devuelto, algo a lo que dedicáis una parte de vuestra vida que ya nunca os será retornada.

Por favor, pasad con todos vuestros prejuicios, dudas, miedos, sufrimientos, dolores de cabeza y corazón, traed todas vuestras malas decisiones y también las buenas si las habéis tomado. Adelante, pasad y poneros cómodos, tranquilos que hoy no será mucho tiempo; tan solo quiero dedicaros una oración de esas que tan pasadas de moda están, a ver si puedo de alguna forma poner vuestra vida un poco más... ¿Vida?

...

Señor, protege nuestras dudas, porque la Duda es una forma de rezo. Ella es la que nos hace crecer, porque nos obliga a mirar sin miedo las muchas respuestas a una misma pregunta, y, para que eso sea posible,

Señor, protege nuestras decisiones, porque la Decisión es una forma de rezar. Danos valor para ser capaces, después de dudar, de elegir entre un camino u otro. Que nuestro SÍ sea siempre un SÍ y nuestro NO sea siempre un NO, que, una vez elegido el camino, nunca miremos atrás ni dejemos que nuestra alma sea roída por el remordimiento y, para que eso sea posible,

Señor, protege nuestras acciones, porque la Acción es una forma de rezar. Haz que el pan nuestro de cada día sea fruto de lo mejor que llevamos dentro de nosotros mismos, que podamos, mediante el trabajo y la Acción, compartir un poco del amor que recibimos, y, para que eso sea posible,

Señor, protege nuestros sueños, porque el Sueño es una forma de rezar. Haz que, independientemente de nuestra edad y circunstancias, seamos capaces de mantener encendida en el corazón la llama sagrada de la esperanza y la perseverancia y, para que eso sea posible,

Señor, danos siempre entusiasmo, porque el Entusiasmo es una forma de rezar. Él es el que nos vincula con el Cielo y la Tierra, con los hombres y los niños, y nos dice que el deseo es importante y merece nuestro esfuerzo. Él es el que nos dice que todo es posible, siempre que estemos totalmente comprometidos con lo que hacemos, y, para que eso sea posible,

Señor, protégenos, porque la Vida es la única forma que tenemos de manifestar Tu milagro. Que la tierra siga transformando la semilla en trigo, que sigamos transmutando el trigo en pan. Y eso sólo es posible, si tenemos Amor: por tanto, nunca nos dejes en soledad. Danos siempre tu compañía y la compañía de los hombres y mujeres que abrigan dudas, actúan, sueñan, se entusiasman y viven como si todos los días estuvieran totalmente dedicados a Tu gloria.

Amén.

LEOPARDO FRÍO

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