jueves, 25 de abril de 2013

Indefensión aprendida

Ante vosotros un experimento muy interesante:


¿Cuántas veces te has dado por vencido sencillamente porque has fallado en otras ocasiones?
¿O te sientes inferior al ver que para otros algo es muy fácil y a ti te está costando horrores?
A veces incluso esa indefensión nos la proporcionan números: con 5.000.000 de parados, ¿cómo voy a ser yo el que consiga trabajo?. Si hay 5 plazas para 5.000 personas, ¿cómo voy a poder yo conseguirla?.

La mejor defensa contra la indefensión la he encontrado en la sabiduría de una fábula:

LOS TRES LEONES Y LA MONTAÑA DIFÍCIL (FABULA)

En la selva vivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión:
-Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero hay una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?

Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si:
-Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos... Necesitamos saber cual será el elegido, pero, ¿cómo descubrirlo?.
Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, les comunicaron a los tres leones la decisión tomada:
-Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.
La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas las ganas, pero también fue derrotado. El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.
Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados, ¿cómo elegirían un rey?
En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:
-¡Yo sé quien debe ser el rey! Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.

-¿Cómo?, preguntaron todos.
-Es simple... dijo el águila. Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.
El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora! Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.
La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: él es el rey de si mismo, y está preparado para ser rey de los demás.

Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado El Rey de los Animales.

Moraleja: No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú.
Tú todavía estás creciendo y potencialmente eres más grande que cualquier problema.
La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo, limitado. Tu todavía puedes crecer un poco más.
Si alguna vez te sientes abatido por no haber podido superar algún reto, no olvides nunca esta frase: ¡montaña, me has vencido... POR AHORA!

LEÓN CONFIADO

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